Arte Madí, geometría viva, libertad absoluta.

El arte Madí nació en Buenos Aires en 1946, impulsado por Gyula Kosice, Carmelo Arden Quin y Rhod Rothfuss entre otros artistas que deseaban desafiar las normas académicas del arte. Su propuesta era audaz: eliminar la representación, deshacerse del marco tradicional y crear un lenguaje visual autónomo, libre y dinámico. Madí no es solo un estilo, es una forma de ver el arte: es juego, invención y expansión. Es un espacio donde las formas geométricas no solo representan, sino que existen por sí mismas; donde la línea, el plano y el color se mueven sin restricciones. Mi relación con el Madí es tanto un homenaje como una exploración. En mi trabajo, conviven los principios fundamentales del movimiento con una búsqueda personal que se conecta con el presente. Utilizo la geometría como núcleo expresivo, pero sin perder la espontaneidad, el ritmo y la vibración que hacen del Madí una forma de arte siempre viva. A través de mis composiciones, busco crear espacios donde la forma trasciende el marco, donde la pintura deja de ser un objeto para convertirse en una experiencia. En cada pieza hay un gesto de libertad, una estructura que se construye para ser también un juego visual. Para mí, el Madí sigue siendo un punto de partida y una manera de concebir el arte desde la invención. 

Las obras que ves en esta página son solo una selección representativa de mi trabajo dentro del arte Madí. Mi producción es más amplia y evoluciona constantemente.